lunes, 26 de octubre de 2020

Capítulo 5

 






Destrozado Mateo se tumba sobre su cama y escribe en su diario:

"la vida ya no tiene sentido para mi. Me han arruinado la vida. Sin mi Fernando ya no quiero vivir. Deseo dormirme y no volver a despertar."


A la mañana siguiente, casi arrastrándose, Mateo saca fuerzas de donde no las tiene para ir a clase. Justo en la entrada del instituto se encuentra con Fernando. El guapo chico lo mira con un odio tan intenso y Mateo de poco no se desmaya. Fernando separa la mesa en la que se sentaba Mateo para evitar que éste se siente con él. Lo mira con una rabia que Mateo ya ni se le acerca y con tristeza se sienta solo en su sitio de antes. En primera fila. Ya no se gira ya que siente el odio de él y eso lo mata por dentro. Está desesperado. Lo ama con todas las fuerzas de su ser y le duele saber que él lo odia con la misma intensidad en la que lo ama Mateo.


Para empeorar las cosas Mateo busca a Ramiro y le suplica que aclare las cosas.

--¡si quieres te lo pido de rodillas¡ --llora.

--¡hazlo¡

En ese momento Ramiro ve a Fernando a lo lejos y abraza sonriente a Mateo. Mateo no tiene tiempo de reaccionar y está en brazos de ese chico cuando pasa Fernando. La mirada de odio del chico que hasta hace nada era su novio le atraviesa el pecho. Mateo sale detrás de él para explicarle pero éste se niega a escucharlo

--¡ya he  visto bastante, perra¡ ¡eres libre para llevar la vida de vicioso que te gusta¡ ¡eres tan puta que das asco¡

Mateo llora desesperado.


Fernando ha desconectado su celular. Mateo lo llama al fijo una y otra vez. Es Alberto quien toma las llamadas y con pena siempre le da una excusa. Pero Mateo oye como a gritos Fernando dice a su hermano:

--¡no mientas, dile a esa puta que no quiero hablar con él ¡

Mateo se muere de dolor.

--lo siento --le dice Alberto con mucha dulzura.

La ternura del gemelo de Fernando calma al joven. Se da cuenta que le sabe mal lo que le pasa y piensa que tal vez lo juzgó mal y no es tan mala persona.


Mateo vive días inmerso en un terrible dolor. Intenta aclarar las cosas varias veces con Fernando pero éste no le da la oportunidad. En el instituto lo evita todo lo que puede y cuando se ven sólo hay rencor para Mateo en su mirada. Finalmente Mateo decide ir a su casa a buscarlo. Está seguro que así podrán hablar más tranquilos pero él no lo deja hablar. Le dice puta con odio y lo echa a empujones. Mateo se va deshecho, llorando sangre. En el portal se topa con Alberto que lo mira con tristeza. Se le acerca dulcemente pero Mateo prefiere salir corriendo aunque la preocupación de él lo ha conmovido.


"lentamente voy muriendo de amor. Yo que me sentía -escribe en su diario- el más feliz de los hombres  y ahora mi vida se ha hecho cachitos. Lo he perdido todo. Aunque aún queda mucho estoy intentando sin suerte que alguien me sustituya en el viaje de fin de curso. No quiero ir sabiendo que él me odia. Si no recupero el dinero pues igual no puedo ir digan lo que digan mis padres. Yo les he suplicado que me dejen no ir aunque nadie me sustituya pero ellos dicen que todo esto que me pasa no son más que tonterías, que para entonces ya se me habrá pasado... ¿¿tonterías?¡ ¡¡yo me siento morir y mis padres dicen que son tonterías... pero claro¿¡que sabrán ellos del amor?¡ hoy haríamos tres meses  y me siento un alma en pena, ya no tengo vida y no hago más que acariciar los buenos momentos que pasé con él, momentos que ya nunca más volverán"

.




Mateo, a quien se le han secado los ojos de tanto llorar mientras mira fotos de Fernando de su celular, recibe una inesperada visita: Alberto. Alberto es muy amable y cariñoso con Mateo. Sentados en el sofá le acaricia la mano con ternura y una dulce sonrisa. Trata de infundirle ánimos. Desesperado Mateo dice:

--¡haz algo para que tu hermano me escuche, te juro que no hice nada malo. Ese tipo me forzó¡

Mateo acaricia con dulzura y le dice:

--te creo, yo sí creo en ti pero aunque me gustaría no creo que pueda hacer nada ya que mi hermano no quiere ni oír tu nombre. lo siento. 

Sentir esto destroza a Mateo.Alberto le da esperanzas:

--París será un lugar ideal para una reconciliación... no te des de baja. Yo estoy seguro que habrá reconciliación antes y sino en París no se te resistirá. No creo que mi hermano sea tan tonto como para dejar perder un chico como tú.

Se abrazan y Alberto siente unas cosas que trata de ocultar. Le gusta estar con Mateo, protegerlo. Mateo se queda más tranquilo después de hablar con él. Se da cuenta que es muy buen chico  y le sabe mal haberlo prejuzgado.

--sabes... pareces un chico brusco, malo pero eres muy buena persona --dice Mateo.

Sus palabras se le clavan a Alberto muy profundamente. Sonríe.

--yo mejor me voy --dice Alberto con emoción.

Mateo le da un beso en la mejilla.

--gracias por todo.

Alberto se va contento pero aturdido. Se toca esa mejilla que ha sido acariciada por los labios de Mateo y se recrimina:

--¡no, no... eso no puede ser... no¡


Es sábado, para tratar de animarlo, Raquel propone a su amigo pasar la noche en su casa. Mateo acepta para ver si se distrae un poco. Un imprevisto hace que Raquel se tenga que ir y se queda solo en la casa. Siente que las paredes se le caen encima y decide salir a dar una vuelta. Raquel vive en el centro y piensa que pasear le hará sentir bien. En el corazón de la ciudad, ve a Fernando con su hermano y unos amigos que lo tratan de distraer. Mateo está seguro que Alberto hará que su hermano lo escuche y se acerca a él. Los gemelos están de espaldas y Mateo le pone la mano en los hombros a Fernando mientras dice su nombre con  ternura. Es su gran error. Fernando se gira y como loco grita al chico:

--¡eres una puta, que se entere todo el mundo que eres una puta que se acuesta con todos¡

Mateo llora. 

--no digas esas cosas, hay mucha gente. Todos nos miran --Alberto.

--¡¡pues que esta puta me deje en paz, que deje de perseguirme¡¡no quiero saber nada de una locaza que es de todos los hombres¡ ¡todo el mundo sabía como eras menos yo¡¡ ¡métete a actor porno que tienes futuro, los vídeos que grabaste son la hostia¡¡eres la nueva estrella del porno¡

Y agarra su celular y amenaza con mostrarlo a todos.

--¡está puta será un famoso actor porno. No se pierdan sus videos¡

Alberto mira a Mateo con pena. Tota la gente se ríe de Mateo y Mateo huye llorando lágrimas de sangre. 


Llega a la playa. Busca un lugar desierto y allá, a la orilla del mar, intenta desahogar su dolor. Después de un rato oye que alguien se le acerca y se sienta a su lado. Se sorprende al ver que es Alberto. Alberto lo mira muy dulce y se pone a su lado en cuclillas.

--un chico tan guapo como tú no debe llorar nunca. Mi hermano es un imbécil. No merece ni una sola de tus lágrimas.

El guapo chico habla bastante rato con mucha dulzura mientras Mateo lo escucha en silencio. Aunque lo tenía por tosco descubre que es un chico dulce y encantador. Su voz la relaja mucho y se siente muy bien a su lado. De repente Alberto se levanta y le extiende la mano a Mateo para que se la tome y lo siga. Mateo le toma la mano y los dos se acercan al agua.

--no hay nada mejor que un buen chapuzón para sacarse las penas de encima.

--si pero... no llevo bañador.

--así está bien.

La dulzura de Alberto  es un bálsamo para el chico. Los dos vestidos y tomados de la mano se van metiendo en el agua. Alberto sonríe y Mateo se siente en paz.








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